Violencia dependiente

20/02/2014

FutVe Opinión

10comentarios

De espaldas a la realidad del país, en la acera contraria al sentido común, la FVF optó por mantener la actividad y programar partidos para este fin de semana. Da igual que las principales ciudades de la nación estén en llamas. Que los muertos y heridos enluten hogares venezolanos. Que la seguridad de futbolistas, entrenadores y todos los que participan del torneo se encuentre en serio riesgo. O que algunos deban disputar sus encuentros a puerta cerrada para resguardarse. Desoyendo el clamor de muchos, mira para otro lado con la complicidad flagrante de los clubes, desnudados en su esencia e intereses.

Algunas voces se levantaron, pero la generalidad apunta hacia la dependencia como factor nuclear de la inacción. El Gobierno pretende dibujar una realidad ficticia, minimizando el sentir y la indignación popular. Y el fútbol –también otras disciplinas, es cierto– le sigue el juego. Aparenta una normalidad que no es la que la gente vive en la calle. Los medios, con excepciones, son parte de la misma dinámica aberrante, socios en el mantenimiento de ese status quo en el que la violencia se reduce a “esos cuatro que salen a quemar cauchos”, como lo declarara al diario El Nacional Laureano González, vicepresidente federativo.

Curioso que ese argumento encuentre algunas coincidencias en la manera laxa en que, desde el mismo lugar, se encara el flagelo de las barras bravas y el enorme perjuicio que ocasionan.

Las razones nunca serán denunciadas con claridad. No hay libertad para hacerlo. El terreno cedido durante años de sostenimiento con dineros oficiales es un camino sin retorno. Las dádivas de gobernaciones y alcaldías, que en muchos casos trascienden al simple aporte, derivan en propiedad explícita. Los patrocinios directos o indirectos de entes públicos. La injerencia cada vez mayor de las autoridades afines al poder en los destinos del torneo local y la propia selección. Todos esos factores configuran una realidad en la que el margen de maniobra para obrar con autonomía, se reduce a la mínima expresión.

Es mucho lo que la sociedad venezolana tiene secuestrado, tanto como algunos de los derechos de sus ciudadanos. El deporte en general, y el fútbol en particular, conforma una pieza más de esa especie de burbuja irreal que un sector del país pretende mostrarle a sus connacionales. Un espacio en el que los grandes problemas adquieren carácter episódico gracias a una narrativa interesada que omite o tergiversa la historia.

Luego, existe un claro dilema ético. No puede desarrollarse una actividad que fundamentalmente forma parte de la industria del ocio y el entretenimiento, en una situación de luto nacional. Cada integrante del entorno, en sus distintas funciones, vive la actualidad con preocupación. Hay familias involucradas, angustias que exceden a la profesión y los coloca delante de la dura disyuntiva de elegir entre el cumplimiento de las obligaciones y el requerimiento de los seres queridos.

La Asociación Única de Futbolistas Profesionales de Venezuela tuvo la valentía de fijar posición y emprender un movimiento para que sus agremiados no participen de la fecha de este domingo. Se trata de la primera acción en firme de una agrupación a la que ahora le sobra voluntad. Un espacio de lucidez que, de nuevo, determina quiénes son los que realmente entienden de qué va esto.

El fútbol venezolano no saldrá indemne de la actual coyuntura. Herido en su moralidad, tendrá que revisar cuánto le conviene esa relación de dependencia que reduce su dimensión y posibilidades de crecimiento.

10 comentarios

10 respuestas a “Violencia dependiente”

  1. Randolfh Kreubel dice:

    Fiel a tu estilo, ese con el que crecí para ir generando un equilibrado criterio propio sobre lo atrazado y distinto de nuestro fútbol. Al final, aunque no es tan placentero, es importante sentir que nuestro trabajo siempre ha querido ayudar a evolucionar estructuras tan corruptas como la de nuestro balompie, pero sencillamente pocas son las ideas que se toman de nuestros análisis. Excelente radiografía de la coyontura actual colega!, un fuerte abrazo desde San Felipe.

    • Gracias por tus palabras, Randolph. Creo que el fútbol venezolano vive una de sus más crudas y preocupantes coyunturas. La piel de zapa, comprada con favores en más de un lustro (2007, año de la expansión inconsciente), se hizo del tamaño de una estampilla. Sin independencia, ni económica ni moral, somos del tamaño de la mentalidad de quienes nos dirigen. Recibe un caluroso saludo y mi afecto.

      Daniel

  2. Eudes Perez dice:

    Qué tal, Daniel? En mi opinion la totalidad de loa jugadores no creo que estén de acuerdo con suspender la jornada.. tal vez la mayoría sí.. eso no lo sabremos… En mi opinión creo que se debió suspender solo los juegos donde los estados están colpasados, caso de San Cristóbal, Valencia, Mérida, Caracas… y tal vez otro por ahí… pero los juegos donde la situación del país ya se normalizó se tiene que jugar normalmente.. No entiendo por qué no jugar un Llaneros vs Mineros si no se ha escuchado lo más mínimo de violencia política en Guanare.. o en Yaracuy o en Puerto Ayacucho.. es mi humilde apreciación.. Gracias amigo, saludos desde San Cristóbal..

    • Cómo estás, Eudes? Respeto tu opinión, pero aquí el asunto trata sobre una postura gremial. El país vive una situación crítica que pone en riesgo vidas. Es verdad, hay matices, lugares donde las acciones han sido más virulentas, pero en este tipo de posiciones no se pueden estableces excepciones. Se trata de una posición colectiva y como tal debe entenderse. Gracias por emitir tus conceptos. Un cordial saludo.

      Daniel

  3. Pablo García E. dice:

    Lo peor, Daniel, es que siento que la fractura moral que queda en el fútbol es enorme. Pero más allá de las posiciones de federativos, movidos por los intereses económicos y la necesidad de star bien con el Estado.
    Creo, eso si, que esto pudiera servir como punto de partida para retomar la idea de una liga independiente. Sé de equipos molestos con la decisión de jugar, y que actúan bajo la manipulación de la pérdida de la categoría como castigo irrefutable si apoyan a sus jugadores.
    Habrá que ver si esos gerentes disidentes, se arman de valor definitivamente y dan el último paso. Mientras tanto, la reserva moral del torneo está, justamente, en su corazón. Los jugadores. Abrazo grande, maestro. Estamos en contacto!

    • Pablo, coincido respecto a la fractura moral. Digamos más bien que queda en evidencia el empaque moral, no que lo hayamos descubierto con esta coyuntura. Pensar en la Liga, sin un saneamiento estructural, me parece una utopía. Los clubes, amparados por la FVF, hipotecaron hasta su historia por dinero fresco. Nadie, en todos estos años, se ocupó de fiscalizar el origen de los fondos. Se dio carta libre para que accedieran al fútbol venezolano capitales no controlados, de origen desconocido en muchos casos, y se amparó la dependencia hacia el dinero gubernamental. En eso son muchos los cómplices y me duele decir que los jugadores no están al margen. El mercado se rompió y ellos saben de quién reciben su sueldo.
      Un abrazo

      Daniel

  4. Jorge Peña @jorgepena7 dice:

    Saludos Daniel desde Maracay, estoy totalmente de acuerdo con tu opinión y la apoyo, pero muchas personas parecen ser cómplices de la dictadura que se llama FVF que después de tres décadas sigue siendo manejada por Esquivel y su red de corrupción, afortunadamente los jugadores y la AUFP mantienen firme su decisión de No jugar la jornada y muchos aclaran que no es un acto político sino de sentido común que sabemos es el menos común de los sentidos en nuestro Futve. Mientras los «Clubes» sigan dependiendo del gobierno y de la corrupta FVF, lamentablemente se seguirá estancando el balompié nacional y como lo he dicho en muchas ocasiones » En Venezuela solo hay dos clubes de fútbol, el resto son equipos que sobreviven en el Futve» Un abrazo!

  5. Víctor José López dice:

    Admirado amigo, sé de tu pasión vocacional por la causa del fútbol venezolano. Conozco de cómo labraste un campo que siempre consideraste fértil, pero que a la distancia que marca en tiempo nos damos cuenta que no ha sido correctamente trabajado. La referencia más precisa no es la del seleccionado nacional, La Vinotinto. Más bien creo que son los pantalones para la fiesta. El overall del trabajo diario es nuestra Liga Profesional y descubrimos en el mercado lo poco atractivos que son nuestros futbolistas allende nuestras fronteras. ¿No será ese, el mercado internacional, el rango verdadero el fútbol venezolano? Para muestra el de las Copas Libertadores y Sudamericana. Un abrazo de quien te respeta como profesional y guía en el balompié nacional.

    • Me honra tu participación, Vito. Efectivamente, el nivel que calibra la salud del fútbol venezolano es el internacional, el que nos mide a similares en la Copa Libertadores y Sudamericana. Se ha perdido nivel competitivo por el empobrecimiento del torneo local. Las razones son muchas y diferentes, pero no cabe duda que la ampliación a 18 equipos en la primera división fue un gran perjuicio y la venta de talento emergente, sin posibilidades de regeneración rápida, también ha tenido que ver en esa merma. Los cambios, sabemos, deben partir del dueño del producto.

      Un gran abrazo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *