En video: Vidal vs Casillas

Luis Revilla.-

Holanda y Chile hicieron pasar a España por trances similares para expulsarla del Mundial. Primero irritación, luego frustración, finalmente resignación. No parece casual que ambos equipos hayan empleado el mismo esquema táctico, con tres defensas centrales, dos carrileros, tres mediocampistas y dos delanteros. Pero lo es, al menos hasta cierto punto.

El fútbol no es geografía, sino turismo. Una cosa es que dos equipos jueguen con el mismo mapa, y otra que lo recorran igual. Eso ya depende de los futbolistas, de sus capacidades. Y del rival, claro.

Lo cierto es que Louis van Gaal y Jorge Sampaoli diseñaron rutas diferentes hacia la victoria contra el campeón. Dos procesos, es decir, dos sistemas diferentes. Inversos.

Holanda ganó el partido con su fase ofensiva. Daley Blind movió a España a lo ancho y largo del campo y, junto a Arjen Robben, castigó los latifundios abandonados por un equipo desplazado, emboscado, sin voluntad para resolver el laberinto.

En cambio, Chile consiguió lo mismo — desquiciar a España — con su fase defensiva. La clave fue una presión tan alta sobre Alonso y Busquets que parecía un marcaje individual. Vidal con el del Barça, Aránguiz con el del Madrid. Y viceversa, todo el primer tiempo. De Sergio Ramos y Javi Martínez se encargaron Alexis Sánchez y Eduardo Vargas. La presión de los delanteros chilenos era selectiva, puesto que suya también era la responsabilidad de correr tras las conducciones de Azpilicueta y Jordi Alba, laterales de España. Fue un despliegue encomiable, todo el partido. Demasiado para la frágil voluntad que los ibéricos mostraron en el rojo Maracaná.

Arturo Vidal, mediapunta, encabezó la presión chilena. Su rol fue determinante, comparable al de Daley Blind en la salida de balón diseñada por Van Gaal. Tener a Vidal, con toda su exuberancia defensiva, es como ponerle un reloj de posesión al contrario. Aquí corre como un poseso para abortar la aventura de Javi Martínez:

La misión era que España jugara en largo, algo relativamente fácil de lograr cada vez que el balón se acercaba a Casillas. Vidal llevaba la voz cantante: cuando la oportunidad surgía, el hombre de la Juve liberaba a su marca y se iba sobre el capitán español para forzar el pelotazo

Chile se preparó para el balón dividido. Especialmente Gary Medel, ganador de incontables duelos ante Diego Costa. La primera jugada del partido encaja a la perfección con el guión soñado por Sampaoli:

No todo salió así de bien siempre. Chile, como Holanda, concedió pérdidas en salida y espacios al presionar. Por eso a partir de cierto punto abandonó cualquier pretensión rasa y buscó en largo a Alexis y Vargas todas las veces. El negocio no salió mal del todo:

Con dos goles de ventaja, la presión de los de Sampaoli mermó en el segundo tiempo. España insinuó peligro por algunos minutos, pero todo se diluyó ante la defensa estática chilena, bien perfilada en todo momento.

Al minuto 70, más o menos, se consumó el nocaut técnico: el campeón del mundo bajó los brazos al son de los oles del Maracaná.

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