Ellos decidirán el futuro de 32 mundialistas

05/12/2013

Brasil 2014

Pocas veces pueden reunirse alrededor de una misma mesa siete títulos del mundo de épocas diferentes. Desde uno de los protagonistas más recordados del Maracanazo hasta la figura que le dio a Francia su única corona universal. Delante de los periodistas acreditados para asistir a los actos del sorteo para la Copa del Mundo Brasil 2014, se ubicaron Alcides Ghiggia, Geoff Hurst, Mario Alberto Kempes, Lothar Matthäus, Zinedine Zidane, Cafú, Fabio Cannavaro y Fernando Hierro.

Todas glorias del fútbol que llegaron a Costa do Sauipe, a orillas del océano Atlántico, para tomar las bolillas en los cuatro bombos y determinar la suerte de las 32 selecciones que participarán en el próximo Mundial.

El más requerido de todos fue Zidane. Respondió en francés siempre pese a que las preguntas llegaban en distintas lenguas, incluso en italiano y español, los otros dos idiomas que domina Zizou. “No puedo hablar de favoritos, espero que sea una linda Copa y tengamos el placer del buen juego”, afirmó quien se despidió de los mundiales con una expulsión por un cabezazo a Marco Materazzi en la final de Alemania 2006.

Para reafirmar su compromiso con la pelota, Zidane hizo un guiño a los anfitriones al decir que si bien los ingleses inventaron el fútbol “fue en Brasil donde se dio la evolución del tipo de juego que a mí me gusta”. Quien hoy se desempeña como asistente de Carlo Ancelotti en el Real Madrid, tuvo un detalle elogioso con Cristiano Ronaldo de quien dijo estar orgulloso de ver cómo se entrena cada día. “No hay secretos en esto, él (Cristiano) es un ejemplo. La prueba es lo que hizo contra Suecia” en el choque por el repechaje europeo.

 

Ghiggia, un mito viviente

Alcides Ghiggia fue uno de los héroes uruguayos en el Maracanazo, esa especie de metáfora del débil que se impone al poderoso. La Celeste construyó un prestigio a partir de esa leyenda en la que el goleador, delgado y enjuto a sus 86 años (vivirá un nuevo cumpleaños el 22 de este mes), inscribió su nombre con el tanto que batió a Barbosa y le dio a su país el segundo de sus títulos.

“Quiero que la final sea entre Brasil y Uruguay, como en 1950 para ver qué pasa ahora”, soltó ante los presentes con el gesto serio y la mirada fija en su interlocutor. “Siempre que vine a este país me trataron bien y lo agradezco. Me siento muy orgulloso de ser uruguayo”, matizó mientras sus compañeros de mesa observaban con admiración.

Ghiggia era jugador de Peñarol cuando integró aquel equipo charrúa que tuvo a mitos como Obdulio Varela o Pepe Schiaffino en su plantel. Después de silenciar al Maracaná, el delantero construyó una trayectoria de casi una década en el calcio con las camisetas de la Roma y el Milan. Incluso llegó a integrar la selección italiana que no pudo clasificarse al Mundial de Suecia 58.

 

El Sir de los tres goles

Geoff Hurst se sentó al lado de Mario Kempes. La rivalidad entre ingleses y argentinos, que en la Copa organizada por los primeros en 1966 acabó con un escándalo en el encuentro entre ambos con la recordada expulsión de Rattin, es en el presente un capítulo diluido. En México 86 habría una segunda parte en esta historia que terminó con dos goles memorables de Maradona.

Hurst fue envestido como Sir después de que sus tres goles le dieran a Inglaterra su única diadema en la final contra Alemania. Nadie ha convertido un hat trick en una definición mundialista. Uno de esos tantos habría generado hoy una discusión respecto al uso de la tecnología: el remate del atacante del West Ham dio en el larguero y rebotó sobre la línea de gol.

Kempes, vestido casi de forma idéntica a Hurst (jean, camisa clara remangada hasta mitad del antebrazo, mocasines negros), mencionó a Argentina como un candidato fuerte “siempre que a Messi lo rodeen bien”. Habló de las posibilidades de Sudamérica, pero fue claro al decir que sus paisanos y Brasil “están un escaloncito por encima del resto” en el continente.

Defensores referentes

Lothar Matthäus se consagró con Alemania en Italia 90, el Mundial que exaltó el juego especulativo. Ya en esa época se desempeñaba como defensor luego de haber transitado otros lugares de la cancha. Sus cinco Copas son un récord que comparte con Antonio Carvajal, el recordado arquero mexicano. Fue figura del Bayern Munich y del Inter de Milán, con una discreta trayectoria como entrenador una vez se retiró de la práctica activa.

Su voz sigue siendo demandada, en especial si de definir a la actual selección alemana se refiere. “Espero que podamos ganar de nuevo después de 24 años sin hacerlo. Se ha hecho mucho en los últimos años por mejorar al equipo”.

Fabio Cannavaro también fue inquirido para hablar de la actualidad y de su visión sobre el Mundial que se inaugurará en junio de 2014. Quien fuese designado el mejor jugador en Alemania 2006 y Balón de Oro ese mismo año, apeló a un lugar común con una gran carga de certeza: “En la Copa puedes arrancar muy mal y terminar muy bien”.

El italiano le hizo un guiño a Thiago Silva, central del Scratch. “Es uno de los mejores del mundo. La dupla que hace con David Luiz es extraordinaria”.

A su lado, Fernando Hierro asentía. Defensor como Cannavaro, no pudo disfrutar del magnífico momento actual de España, pero fue una pieza importante en el grupo que antecedió a la actual generación triunfadora. En Suráfrica 2010 ocupó un cargo en la Federación de su país y acompañó a la delegación en todo el torneo. Allí vio como sus paisanos daban la vuelta olímpica en Johannesburgo luego de caer contra Suiza en el debut.

“Ese grupo de jugadores es el mejor en la historia del fútbol español. Siento un orgullo enorme de tener a una selección así”, sentenció.

A Cafú le correspondió el honor de representar a Brasil en el sorteo de mañana. Lateral de amplio recorrido, disputó tres finales consecutivas entre 1994 y 2002. Una de las cinco estrellas de la canarinha le tuvo en la lista destacada de buena fe. “Todos los que vengan a mi país van a quedar impresionados de lo que van a ver aquí. Me siento muy orgulloso de haber sido elegido como imagen de 190 millones de compatriotas”.

Ellos, miembros de un cuadro de elegidos, serán los acompañantes de lujo que Jerome Valcke, secretario general de la FIFA y maestro de ceremonias, tendrá mañana en esta localidad del nordeste brasileño.